La “Velada Vasca”.
Es como el famoso vestido negro que siempre se guarda y se vuelve a poner porque, al fin y al cabo, siempre queda bien. Pero no, no es clásico, hay diferentes maneras de llevarlo, con rojo y blanco, por supuesto, siempre con accesorios, el lugar nunca es el mismo...
Un caserío vasco, un aprisco, una granja, un trinquete...
Los músicos tampoco son los mismos: txaranga, coro vasco, txalaparta, y en un abrir y cerrar de ojos tendrá su propia velada personalizada. Eso sí, un consejo: vístase informal, porque seguro que no podrá resistir la tentación de participar en el famoso Paquito.
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